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Pastillas para la clamidia: antobióticos, precios y recomendaciones

Pastillas para la clamidia: Azitromicina

La clamidia es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes en todo el mundo y suele tratarse con antibióticos. Más del 95% de las personas se recuperan si siguen su tratamiento con los antibióticos para la clamidia tal como le indican. Aquí te contamos cuáles son las pastillas para la clamidia y cuánto cuestan.

Una vez el diagnóstico…

A veces, te darán antibióticos una vez que confirman que tienes clamidia con pruebas. Pero si tienes síntomas que indican que es probable que la tengas, es posible que empiecen el tratamiento antes de tener los resultados, para que los antibioticos para la clamidia vayan haciendo efecto.

Las pastillas para la clamidia más comunes son:

  • Doxiciclina: una pastillita al día durante una semana.
  • Azitromicina: una dosis grande de 1 gr al principio, luego 500 mg una vez al día por 2 días.

Si eres alérgico, estás embarazada o amamantando, tu médico podría darte otros antibióticos para la clamidia como amoxicilina o eritromicina. A veces, si tu médico está preocupado por complicaciones, te dan más tiempo con los antibióticos.

Durante el tratamiento, algunas personas tienen efectos secundarios, pero suelen ser leves. Los más comunes son dolor de barriga, diarrea, sentirse un poco mal del estómago y, en mujeres, candidiasis. ¡Nada que no se pueda manejar! Pero, si sientes cosas heavy como problemas para respirar o hinchazón en la cara, mejor corre al médico rapidito.

La doxiciclina es un as bajo la manga para combatir la clamidia.

Los CDC indican que tanto la doxiciclima como la azitromicina son excelentes opciones para deshacerte de esa infección.

El superpoder de estas pastillas para la clamidia es detener el crecimiento de las bacterias, ¡como un alto total a la multiplicación de esos bichos! Y así, la infección se va.

¿Cuanto cuestan los antibióticos para la clamidia?

Como antibióticos comúnmente recetados, tanto la doxiciclina como la azitromicina están cubiertos por la mayoría de los planes de seguro, incluyendo Medicare Parte D, Medicaid, VA y Tricare. Sin embargo, el costo de lo que toque pagar como copago (co-pay) puede variar.

¿Cuánto cuesta la doxiciclina sin seguro?

Sin seguro, el precio minorista promedio de 20 tabletas de doxiciclina de 100 mg es de alrededor de $120, es decir, aproximadamente $6 por tableta. La dosis de doxiciclina suele ser una cápsula o tableta oral tomada una o dos veces al día.

El costo de la tableta oral de azitromicina de 250 mg es de alrededor de $14 por un suministro de 2 tabletas, dependiendo de la farmacia que visites.

Si te preocupa el costo de las pastillas para la clamidia, consulta con tu proveedor de atención médica para obtener alternativas más económicas. Podría ser posible cambiar a un antibiótico diferente para ahorrar dinero.

La receta médica es necesaria

Ten encuenta, que en los Estados Unidos, la doxiciclina y la azitromicinaes son medicamentos que generalmente requieren receta médica. No se venden over the counter. Para obtener antobioticos para la clamedia, como la doxiciclina, necesitarás una prescripción de un profesional de la salud con licencia, como un médico o un proveedor de atención médica.

¡Así que ya sabes! Para deshacerte de la clamidia, lo más importante es buscar tratamiento médico. Una vez que empieces los antibióticos para la clamedia, como la doxiciclina o la azitromicina, atacarás la infección. Es esencial seguir las indicaciones de tu médico y tomar todos los medicamentos según lo recetado, incluso si los síntomas desaparecen antes.

Además del tratamiento con pastillas para la clamidia, es crucial que tu pareja o parejas sexuales también reciban tratamiento para evitar la propagación y reinfección. Abstenerse de tener relaciones sexuales durante el tratamiento y asegurarse de completar el ciclo de medicación son pasos clave para eliminar la clamidia.

Es fundamental hacerte pruebas regulares para asegurarte de que la infección haya desaparecido por completo después del tratamiento. No dudes en consultar a un profesional de la salud para obtener orientación específica y seguimiento adecuado.

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