¿A los cuántos días se baña un recién nacido? Cuidados que debes tener

Bañar a tu bebé recién nacido es una experiencia maravillosa donde puedes vincularte con tu bebé mientras que lo limpias. Aquí te contamos a los cuantos días se baña un recién nacido y respondemos otras preguntas sobre cómo hacerlo bien.

A los cuántos días se baña un recién nacido…

En los últimos años, el momento recomendado para darle ese primer baño a un bebé recién nacido fue cambiando. Si bien la mayoría de los hospitales solían bañar a los bebés una o dos horas después de su nacimiento, muchos están cambiando sus políticas y han dejado de hacerlo por varias razones.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda retrasar el primer baño del bebé por lo menos 24 horas después del nacimiento, o esperar al menos 6 horas si no es posible.

¿Por qué se recomienda esperar para bañar un recién nacido?

A continuación, encontrarás algunas razones por las que ahora se recomienda retrasar el primer baño del bebé.

Temperatura corporal y el azúcar en la sangre

Los bebés que se bañan de inmediato pueden tener más probabilidades de tener frío y desarrollar hipotermia. El estrés de bañar un recién nacido (aunque sea menor) también puede hacer que algunos bebés tengan más probabilidades de que les baje el azúcar en la sangre, lo que se conoce como hipoglucemia.

Vínculo con el recién nacido y la lactancia

Llevarse al bebé para bañarlo demasiado pronto puede interrumpir el vínculo madre-hijo y el éxito de la lactancia. Un estudio mostró un aumento del 166 % en el éxito de la lactancia materna dentro del hospital, luego de implementar un retraso de 12 horas en el primer baño del bebé en comparación con aquellos recién nacidos que los bañaron en las primeras dos horas.

Conexión entre bañar un recién nacido y la piel seca

El vernix es una sustancia blanca cerosa que cubre la piel del bebé antes del nacimiento y actúa como un humectante natural, con propiedades antibacterianas. Según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), es mejor dejar el vernix en la piel y no bañar un recién nacido por un tiempo para ayudar a evitar que su delicada piel se reseque. Esto es especialmente importante para los bebés prematuros, ya que su piel es muy propensa a sufrir lesiones.

¿Con qué frecuencia los bebés necesitan un baño una vez que están en casa?

Los recién nacidos no necesitan un baño todos los días. Rara vez sudan o se ensucian lo suficiente como para necesitar un baño completo.

Durante el primer año del bebé, unos tres baños por semana pueden ser suficientes. Bañarse con más frecuencia puede resecar la piel del bebé.

¿Puede mi bebé bañarse antes de que se le caiga el cordón umbilical?

El cordón umbilical suele desprenderse luego de una o dos semanas de vida. Hasta ese momento, es importante sólo bañar un recién nacido con una esponja mojada, es decir, sin sumergirlo en el agua. Si han pasado dos meses y el cordón umbilical sigue allí, consulta con el médico ya qye pueden haber otros problemas en juego.

Cómo darle un baño de esponja a un bebé recién nacido

Un baño de esponja es como un baño normal, excepto que no pones a tu bebé en el agua.

¿Cuándo está mi bebé listo para un baño normal?

Una vez que el área umbilical esté curada, puedes probar bañar al recién nacido directamente en el agua. Sus primeros baños deben suaves y breves posibles. Es normal que tu bebé proteste un poco. Si esto sucede, puedes volver a los baños de esponja durante una semana o dos y luego intentar el baño nuevamente. Es importante que al darle a tu bebé su primer baño sigas esos tips que te mencionamos a continuación.

Consejos de seguridad para la bañera del bebé

Usa una tina o bañera para bebé

La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE. UU. recomienda una bañera para bebés de plástico duro que tenga una superficie inclinada y texturizada o un cabestrillo para evitar que el bebé se deslice. Incluso con estas superficies diseñadas exclusivamente para bebés, el niño puede deslizarle. Una buena técnica es agregar una toalla limpia para evitar que se resbale.

Evita los asientos de baño

Esos asientos que brindan apoyo para que un niño pueda sentarse erguido en una bañera para adultos son peligrosos, ya que desafortunadamente, pueden volcarse fácilmente. Un niño puede caer al agua y ahogarse.

Supervisión táctil

Antes de bañar un recién nacido, junta todos los artículos que usarás, como la toalla y el jabón o champú. De esta manera, podrás siempre tener una mano sobre tu bebé en todo momento. Si has olvidado algo o necesitas contestar el teléfono o la puerta durante el baño, quita al bebé del agua y llévalo contigo, no lo dejes nunca solo en el agua.

Practica la seguridad infantil en el agua

Como mencionamos anteriormente, nunca dejes a tu bebé solo en la bañera, ni siquiera por un instante. La mayoría de los ahogamientos de niños dentro del hogar ocurren en bañeras, y más de la mitad de estas muertes son de niños menores de 1 año.

Comprueba la temperatura del agua

Antes de poner a tu bebé en el baño, comprueba que la temperatura del agua sea agradable. No tiene que ser caliente, sino más bien tibia. En muchas de nuestras casas, la temperatura del agua caliente suele ser demasiado caliente y puede lastimar a tu bebé. Cuando agregues agua a la bañera, cierra primero el grifo de agua caliente, para evitar quemaduras. Si el agua está muy caliente, es probable que a tu bebé tampoco le guste y lo tengas que sacar del agua antes de empezar el baño.

Mantén al bebé caliente

Una vez que hayas desvestido a tu bebé, colócalo en el agua inmediatamente para que no se enfríe. Usa una de sus manos para sostener su cabeza y la otra para colocarle el cuerpo dentro del agua. Háblale de forma alentadora y suave. La mayor parte de su cuerpo y cara deben estar muy por encima del nivel del agua por seguridad, por lo que tendrás que verter agua tibia sobre su cuerpo con frecuencia para mantenerlo caliente.

Use jabón con moderación

Los jabones pueden secar la piel de su bebé, así que utiliza únicamente jabones suaves con pH neutro sin aditivos, y en poca cantidad. Enjuaga el jabón de la piel de inmediato. Lava el cabello del bebé dos o tres veces por semana con un champú suave para bebés.

Es posible que veas algunos parches escamosos en el cuero cabelludo de tu bebé llamados costra láctea, una condición inofensiva que aparece en muchos bebés. Cuando bañas al recién nacido, puedes aflojar estas costras de piel con un cepillo de cerdas suaves mientras le lavas el pelo con champú en la bañera, pero también está bien dejárselo. Agregar un poquito de aceite vegetal (pero no uses aceite de oliva) antes del baño ablandará la piel aún más. Recuerda ser muy cuidadosa y suave.

Limpia suavemente

Usa un paño suave para lavar la cara y el cabello de tu bebé, teniendo cuidado de no frotar ni tirar de la piel. Masajee suavemente todo el cuero cabelludo, incluida la zona sobre las fontanelas (puntos blandos). Cuando enjuagues el champú de su cabeza, coloca tu mano sobre su frente para que la espuma corra hacia los lados, y no hacia sus ojos. Si le entra algo de espuma en los ojos, usa una toallita húmeda para limpiarlos con agua tibia. Lave el resto de su cuerpo de arriba hacia abajo.

Diviértete en la bañera

Si a su bebé le gusta el baño, dele tiempo adicional para chapotear y jugar en el agua. Cuanto más se divierta tu hijo en el baño, menos le tendrá miedo al agua. El baño debe ser una experiencia muy relajante y calmante, así que no te apresures a menos que no esté feliz.

Los bebés pequeños no necesitan juguetes para el baño, ya que simplemente estar en el agua suele ser suficientemente emocionante. Una vez que tu bebé tenga la edad suficiente para la bañera, los juguetes se vuelven clave para incentivar el juego mientras limpias al niño.

Sácalo de la bañera con cuidado y sécalo

Cuando termine la hora del baño, envuelve rápidamente una toalla alrededor de la cabeza y el cuerpo de tu bebé para ayudarlo a mantenerse caliente mientras aún está mojado. Seca suavemente al bebé y aplica una pequeña cantidad de loción humectante hipoalergénica sin fragancia después del baño para ayudar a prevenir la piel seca o el eccema.